Un terremoto sacudió fuertemente al litoral central de nuestro país que, además, afectó a la zona sur de la región, principalmente Salamanca. A nivel país, “se estiman unos 500 muertos y en un millar los heridos y lesionados. Santiago estuvo sin energía eléctrica. Escenas de pánico entre la población, especialmente de los barrios populares de la capital. Preocupación en el extranjero por nueva tragedia que afecta a Chile”, publicó diario El Día en su portada del 29 de marzo de 1965. Agregó que el epicentro se había registrado en Llay-Llay. “El movimiento terrestre se sintió con carácter de terremoto y tuvo magnitud Richter 7.6 (Intensidades de Mercalli entre VI y IX). La mayor complicación se generó en un tranque que contenía relaves y que “provocó mayor tragedia en el sector de La Calera. Penoso y difícil rescate de víctimas”.
El Presidente de la República, Eduardo Frei Montalva recorrió junto a su comitiva la zona de Llay-Llay y pueblos vecinos, “afectados por la tragedia sísmica para imponerse personalmente de la situación”.
Con el transcurrir de las horas se descubrió que el terremoto también había tenido un efecto lapidario en la zona sur de la región, sobre todo en Salamanca e Illapel. “Cien familias quedaron sin hogar. Sólo las fachadas de las casas se mantienen en pie. El hospital totalmente destruido. Guangualí, un pueblecito que desapareció. ‘Cuando vino el temblor me abracé de un durazno’, nos dijo un damnificado”, señalaba la nota periodística de Raúl Cantuarias, acompañada de las fotografías de Nelson Varas.
La información indicaba que Salamanca, “en el Departamento de Illapel, fue uno de los lugares más afectados por el movimiento sísmico del domingo último. Es una ciudad de fachadas quebrajeadas con sus estucos en el suelo. Cerca del 90% de las casas de esta localidad están totalmente destruidas en sus interiores o seriamente dañadas. Desde la calle pareciera que todo estuviera bien, pero se penetra en cualquier vivienda y en el interior se ven los graves deterioros causados por el terremoto”.